martes, 29 de mayo de 2012

REDUCIR EL STRESS BENEFICIA LA PRODUCTIVIDAD EN LAS EMPRESAS

Los trabajadores muchas veces indican que no realizan ejercicio porque no cuentan con tiempo suficiente, pero ¿qué pasaría si incorporasen 30 minutos de ejercicio a su rutina diaria?. De acuerdo a un estudio realizado en Costa Rica, el ejercicio ayuda a reducir los niveles de stress e incrementa los niveles de productividad y la sensación de bienestar entre los empleados.
Karen Castro, estudiante de la maestría de educación física de la Universidad Nacional de Costa Rica, realizó un estudio entre trabajadores de la maquila de Wrangler en ese país, para determinar el impacto que tenía en la productividad de los trabajadores la práctica diaria de 30 minutos de ejercicio. Castro desarrolló un programa de ejercicios dividido en dos sesiones de 15 minutos diarios, una sesión por la mañana y una por la tarde, realizando ejercicios de estiramiento y movimiento articular bajo las instrucciones de la investigadora.
Castro indica que participaron de su estudio 65 mujeres y 41 hombres entre 18 y 38 años de edad. Se aplicó una encuesta al iniciar la experiencia y una al culminar el estudio tres meses después. La especialista informa que se logró reducir la tensión y agotamiento de los empleados, pero al mismo tiempo se incrementó la sensación de reconocimiento y la percepción de mejores condiciones laborales. A nivel físico los empleados reportaron una reducción importante de los dolores de cabeza, cuello y espalda. Adicionalmente los trabajadores lograron mayor flexibilidad e incrementaron su fuerza abdominal. “El objetivo con mi investigación fue que el programa, entre otros, aumentara el bienestar general de los empleados y ofreciera mejores condiciones de trabajo”, manifiesta Castro.
El psicólogo Ronald Ramírez, considera que las estrategias para establecer programas para evitar el estrés en empresas deben ser una parte de una cultura organizacional que contemple el bienestar de los empleados desde un marco mucho más amplia, brindando asistencia emocional y reconocimiento al trabajo que se desarrolla.
La experiencia de Castro no es la única de su tipo. En 1995 un Instituto afiliado a la Universidad de Miami dio a conocer un estudio en el que se bridó a los trabajadores de una empresa sesiones de masajes de quince minutos, dos veces por semana. El estudio reveló que los empleados lograban trabajar más rápido y cometieron menos errores tras cada sesión de masajes, además, en las pruebas con encefalograma se detectó que los empleados que recibían el masaje incrementaban su estado de alerta.
Se debe tener en cuenta que en Inglaterra el estrés profesional supone un gasto de entre el 5 y 10 por ciento del Producto Bruto Interno.

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